Mandrágora mántica

Resumen

El movimiento surrealista chileno Mandrágora, así denominado por el terceto fundador: Braulio Arenas, Teófilo Cid, Enrique Gómez-Correa, a quienes pronto se unirán Jorge Cáceres y Juan Sánchez Peláez, aparece en Chile en 1938, un año clave. El Frente Popular, al interior, su ascenso al gobierno en 1939; la Guerra Civil de España, Munich y el preludio a la II Guerra Mundial, al exterior. Estalinismo y fascismo amenazan los valores de la cultura occidental y la democracia burguesa. En este contexto, los jóvenes chilenos inspirados en la ética y estética libertaria del surrealismo y la fuerte personalidad de André Breton buscan una respuesta al torbellino de las contradicciones en que viven. Los siete cuadernos de la revista homónima del grupo vehiculan los temas clave del movimiento: poesía y psicoanálisis, campo magnético de las imágenes, azar objetivo y obsesión existencial, erotismo y filiación romántica, demonismo pánico y magia negra, abolición de la lógica aristotélica y síntesis de Hegel, Marx y Freud, lo fantástico y Kant, escritura automática y disidencia política. En suma: una tentativa por alcanzar la otra orilla de la verdadera vida.