El artículo estudia el dispositivo panóptico, expresión arquitectónica del poder moderno, desde la perspectiva de su funcionamiento y de su eventual presencia en la actual lógica del capitalismo globalizado. En este contexto, se identifica una nueva tecnología de poder postpanóptica que estaría íntimamente vinculada a la racionalidad biopolítica neoliberal de nuestras sociedades contemporáneas. Esta nueva escena supone una organización del espacio que trasciende el modelo reticular o la vigilancia normalizadora del panóptico y que podría denominarse “sinóptico”. La biopolítica neoliberal, entonces, dotaría de fluidez a los territorios hasta uniformizarlos en la superficie lisa del consumo y saturaría los lugares de una exhibición de lo heterogéneo. Se concluye estableciendo el carácter inmunitario de la producción de espacio y subjetividad que articula la tecnología de gobierno neoliberal y que se manifiesta concretamente en la segregación del territorio urbano.