Se realiza un análisis particular de las relaciones española-chilenas para el período 1982- 92 , dentro del contexto más general de las relaciones de España con Iberoamérica. Las relaciones con América Latina fueron principalmente determinadas por el término del franquísmo y el retorno a la democracia de España; y el posterior ingreso de este país a la OTAN y a la CEE. Si bien la agenda española se dirige prioritariamente a la CEE, la redemocratizacíón de América Latina, y una política exterior española funcional a la democracia y al desarrollo, han generado buenas relaciones mutuas. En el caso de Chile, las relaciones políticas pasaron de una fría primera etapa, durante el régimen mílítar, a unas excelentes relaciones desde 1990. Los vínculos económicos han marchado independientemente de los procesos políticos; desde 1986 se nota un incremento global en el intercambio. Las relaciones entre España y Chile tienen auspiciosas perpectivas: por un lado, la proyección internacional de España pasa por aprovechar su 'vínculo especial' con Iberoamérica, y, por otra parte, Chile tiene en España un importante socio en sus relaciones con la CEE.