Desde la asunción de Hugo Chávez Frias a la presidencia en 1999, Venezuela estrechó vínculos con la mayoría de los países latinoamericanos, particularmente con aquellos donde también arribaron al poder administraciones con orientaciones de izquierda, incluyendo Argentina. Con este análisis demostramos que: 1) los medios argentinos, divididos en un clivaje gobierno-oposición, presentan una visión polarizada repecto al chavismo; 2) que la opinión pública argentina respecto a Chávez no está necesariamente dividida en base a afiliaciones ideológicas (izquierda-derecha), sino por rechazo o apoyo al gobierno Kirchnerista. Con estos hallazgos argumentamos que en un entorno de información polarizado la percepción que se tiene del chavismo es un tema polarizador y una herramienta que puede aprovecharse para obtener ventajas en el escenario doméstico.